Para acceder a nuestro escritorio virtual, tan solo tenemos que clicar en el icono correspondiente a nuestro equipo Desktop en el portal de usuario.
Tras esto, se nos abrirá una ventana emergente con la que tendremos acceso a nuestro escritorio virtual. Debemos esperar hasta que haya finalizado el inicio de la aplicación para poder trabajar. Este proceso suele ser más lento si no hay una sesión abierta.
Una vez veamos el escritorio, podemos empezar a trabajar normalmente.
También disponemos de diferentes herramientas para monitorizar el estado de la máquina del escritorio virtual u otras opciones para cambiar la contraseña de acceso. También existe una barra de herramientas en la parte superior, pero deberemos poner la aplicación en pantalla completa para poder visualizarla.
Al tratarse de una máquina virtual Windows, podemos realizar cualquier tipo de operación que podríamos realizar en un equipo convencional. También podremos agregar carpetas de red y recursos compartidos de la misma forma que lo haríamos en un equipo normal, teniendo en cuenta las opciones de la propia aplicación, que pueden restringir este acceso.